quebrantapájaros (primera época)

CON LOS HUESOS POR EL AIRE

viernes, enero 21, 2005

Pesada cadena de favores

Se lo escuchaba decir el lunes pasado en el Expreso a un hombre: "Sabés que se lo voy a agradecer toda la vida...". Entonces pensé: "Pobre, allí va un nuevo esclavo". Porque , ¿Es necesario extender la gratitud hasta los límites de la usura y la extorsión?

Mi madre me decía en una pelea: "No seás desagradecido. La tía te ayudó muchísimo en tu casamiento" Y sí, era verdad, pero yo en su momento, allá por el 2000 (aunque estaba bastante borracho, me acuerdo); la abracé a la tía, le zampé un sonoro beso y le di las merecidas gracias. Punto.

Pero no. De ahora en más debo agradecer, retribuir y remunerar hasta mi último aliento los favores obtenidos, de ella y de otros. Mi libertad está mensurada por la ayuda recibida, y ¡ojo! no alcanza con devolver el favor. Siempre, como de una sutil cadena, caeran los eslabones del reproche y uno pensará "es que le estoy eterna y condenadamente agradecido".