quebrantapájaros (primera época)

CON LOS HUESOS POR EL AIRE

lunes, diciembre 27, 2004

Leyenda robada en los jardines

El 25 a la tarde, estábamos en el jardín de Paula recuperándonos con mis amigos, mi mujer y mi hija de los festejos navideños. Bajo el fresco de la parra tomábamos mate cebado por mí y le entrábamos a un panettone casero espolvoreado con azúcar impalpable (que era una delicia). Entonces, como sabía que para el lunes iba tener la cabeza y el cuerpo quemados para escribir (anoche la acidez me retorció como a un preservativo usado), quise "robarle" un post a mis amigos...
- Che, ¿Conocen algún mito urbano o una leyenda? Arremetí sin ninguna lógica ni vergüenza.

Keko, que estaba de pie dándole distraído una mano de barniz a una canasta de mimbre, porque el lunes se iban de vacaciones a la costa, comenzó a hablar (y a postear para mí):

- En esta época, que es temporada alta para escalar el Aconcagua, se escuchan cada cosas.
Dicen que unos andinistas brasileños eran re-fiesteros. Llevaban entre el equipo de montaña unos timbales para divertirse en las noches de altura y vaya a saber qué más... Arriba, con la falta de oxígeno y el cansancio, uno se puede imaginar cualquier cosa (aclaró). El caso es que, un poco antes de hacer cumbre, los brasileños (que eran tres) se desbarrancaron sin motivo alguno. Nunca encontraron los cuerpos... Ahora, cuentan los otros andinistas que, cuando hacen un alto en la noche y quieren reponer fuerzas, un sonido enloquecedor de tambores avanza desde el vacío y no los deja dormir...

Cuando terminó, propuse que abandonáramos el mate y fuéramos a embotarnos con unas cervezas. El post ya estaba escrito.