quebrantapájaros (primera época)

CON LOS HUESOS POR EL AIRE

miércoles, julio 27, 2005

Los secretos y las flores

Hay una escena en la “Flor de mi secreto” de Pedro Almodóvar, quizás trivial, que por alguna razón me ha quedado boyando siempre en la memoria. La recuerdo así (perdón a los aduaneros del puntillismo cinematográfico):

Leo (Marisa Paredes) está en casa de su amiga y abogada buscando consuelo porque su marido militar, Paco (Imanol Arias), ha decidido seguir indefinidamente de misión en los Balcanes. Suena el teléfono y atiende la amiga.

Amiga: -Es para ti Leo... Paco.
Leo: ¡Qué raro que me haya llamado a tu casa!
Paco: -Hola, Leo.
Leo: -¡¡¡Paco!!! (Grita exaltada)
Paco: (Cortante) ¿Has estado bebiendo en la mañana?
Leo: - No, te juro que no. ¿Cuándo vienes?

La conversación continúa. Discuten porque Paco sólo regresa por 24 horas a Madrid. Ella llora. La borrasca pasa.

Leo: -Bueno mi amor, te espero y “Roca”, muchas rocas para ti. (Corta)
Amiga: -¿Qué le has querido decir con eso de “Roca”?
Leo: -Es un código. Paco me propuso matrimonio frente a unos sanitarios y en el escaparate decía "Te quiero a ti, Roca". Entonces, delante de la gente para no delatarnos, nos decimos “Roca”, “Muchas rocas” para expresarnos nuestro amor. (La amiga hace un silencio inquietante, mientras Leo suspira enamorada)

Lo cruel y patético de la situación es que la amiga es la amante de su marido y éste viene a Madrid con la única intención de abandonar a Leo. Fin de la escena.

¿Que por qué, entonces, traigo a cuento esta escena? Pasa que se me ha roto el inodoro, que tuve que ir a los sanitarios a averiguar precios, que vi los de marca Roca y me acordé de la película, de esa relación que se desmorona, de esas complicidades cifradas que tienen las parejas para quererse. Pasa, también, que está haciendo mucho frío por las mañanas, que el sueldo no alcanza y que, a veces, al amor le cuesta un poco llegar a fin de mes y amenaza con irse a la mierda por los caños de PVC.

sábado, julio 23, 2005

Las razones para no creer

Yo lo banco a muerte. Pasen y vean.
Razón atea

jueves, julio 21, 2005

2 poemas para pasar el invierno

I

hay luz si nos vemos
alcanza con poco pan leche queso
el horno encendido su boca pide
otra cosa que no sea este frío
de pronto las cortinas se corren
un gato tieso sobre la medianera
espera derretirse agua vapor nubes
los dedos flacos de una rama cables
antenas de tevé radio pero la música
golpea la ventana hace tiritar sus vidrios
señora señor una docena de huevos
por una batería vieja corremos al patio
se abre la puerta y de un latigazo entra todo junio a la casa

II

21 no falta mucho para que se acabe el mes
pero comienza otra cosa es decir la ropa
empieza a pesar no basta con doblarnos
para entrar al ropero no basta
dejo caer los pies del brasero familiar sueño
falta de oxígeno tal vez entonces mi madre
estira unos diarios en las baldosas
saca unos ladrillos que estaban al rescoldo
y me envuelve en ellos los monstruos la oscuridad
bajo las sábanas porque las hojas no dejan que me queme
y me duermo al calor de sus palabras

sábado, julio 16, 2005

Test para conocer lo que no le interesa de Ud.

Elija sólo una opción:

1)
a- Pato Lucas o...
b- Pato Donald

2)
a- Sleep o...
b- Boxer

3)
a- Larousse o...
b- Salvat

4)
a- El ojo sano de Kirchner o...
b- El ojo güercho

5)
a- Tita o...
b- Rodhesia

6)
a- La Biblia o...
b- El calefón

7)
a- Bon o...
b- Bon

8)
a- Pastelera o...
b- Chantilly

9)
a- Chino o...
b- Aguja

10)
a- A o...
b- B

Resultados:

*Si eligió mayormente la opción “a”, Ud. es una persona decidida, que lo primero que ve lo toma sin dudar, va para la ciudad, pero pasa el micro al cementerio y se sube sin más ¿Claveles o calas?
*Si eligió mayormente “b”, Ud. es una persona decidida, pero primero contempla las dos alternativas para elegir sin dudas la última, porque sólo ha quedado sonando en su cabeza. ¿Menta o limoooón ouou uo?
*Si eligió por partes iguales “a” o “b”, Ud. se quedó esperando la opción “c”. ¿Azúcar, pimienta o sal?

sábado, julio 09, 2005

Anoche soñé que alguien se acordaba de mí

De pronto bajaba unas escaleras muy parecidas a las de un subte, o debo decir la metro, porque sólo me he subido a los de Santiago de Chile. En el último escalón, una cartera de mujer abandonada (¿la cartera o la mujer?) latía hacia mí. Mis garras la llevaron hacia mi pecho agitado. Dos mil ochocientos dólares, ni más ni menos. Un matrimonio, desde un costado, me había estado espiando desde el comienzo. La hice fácil, mil cuatrocientos para ellos y me subí de un salto al vagón.
Al despertar no me acordaba de nada, pero las noticias desde Londres me lo trajeron a la mesa de mi casa. Es verdad, no había bombas en mi sueño, pero tampoco un final feliz.

viernes, julio 08, 2005

Un tren a Londres

Ay, Blair...
Ay, Bush...

¿Por qué no se van a la concha de su madre? (perdón por los exabruptos de más arriba).