Juegos
Hoy, como verán, el juego nunca fue terminado. A veces cruzo las calles sin mirar a los dos lados (cuando son de mano única), o paro la oreja para ver si viene una juki-delivery al palo, o me arriesgo alocadamente a andar en mi bici sin frenos. Ya no tengo tiempo para jugar ni para tomármelas en serio. Ya no.