Luego de mi psicópata autoentrevista, Patricia, alegando cierta improbable peligrosidad de este género periodístico, en cuanto a su veracidad y falta de interés, me realiza un ramillete de preguntas. Recojo el guante y las contesto, mientras le voy echando agua al florero (las palabras entre comillas interprétenlas como quieran).
1)¿Cuál fue tu intención al crear tu blog?
Un poco lo contesto en broma en la entrevista anterior. Hay bastante de morbosidad al escribir un diario íntimo. Más si lo hace un hombre y públicamente.
2) A un año de haberlo iniciado, ¿tu escritura "ligera" ha cambiado?
Es como preguntarle a Cerati si su “Música ligera” ha cambiado en algo. Con el detalle que no he estado de novio con Debi de Corral y que no paso de los cuatro acordes en mi criolla. En serio, la libertad genérica del “post” (“entrada” en un insuficiente castizo) es lo que más me atrae. He llegado a pensar que se parecen mucho (lo mío y lo de los otros) a las prosas sin fronteras de Eduardo Galeano en el “Libro de los Abrazos”.
3) Cuando leés los post, ¿qué privilegiás: el intercambio de ideas, la buena prosa, el halago o la complicidad?
La verdad es que en mi vida “real” ando tan famélico de elogios. Sin embargo, es muy placentero y desafiante algunos duelos verbales que a veces se dan entre “commentstaristas”... “Una vez encendida la mecha, no sé como parar esta cabeza...”
4) ¿Sentís que realmente se establece algún tipo de comunicación con tus "corresponsales"? ¿De qué tipo?
Por ejemplo hay una chica, Flor, que sé cómo van las refacciones de su casa y eso que vive en Buenos Aires y nunca la he visto. Pero por sus post, puedo saber qué música escucha, qué libros se lleva a la cama, su amor por las plantas. Tal vez sé menos de algunos conocidos míos. Otro caso es el de Sole, que la conozco de muchos años, pero hace tres que no nos vemos fluidamente. Pero su blog está ahí. La verdad es que el tipo de comunicación es como una “envenenada medicina”
5) ¿Los post han tenido algún efecto sobre tu escritura "profunda"? Me refiero a tu poesía.
No mucho. Creo que los post son los que se infectan más de mis obsesiones líricas. Pero eso sí, este formato me obliga a mirar hacia fuera. Entonces cuando vuelvo escupido por las babas de una rabiosa realidad, mis ojos me encuentran distinto y las cuerdas suenan con otra acústica.
6) ¿Girondo se sentiría contento de tu homenaje?
No. Él daba agitadas cabriolas por otras cosas. Como ver cruzar un perro por la calle, o una nube fugitiva. Lo que no dudo, es que él tendría un blog de la puta madre.
7) Si tu camino es la poesía, ¿la búsqueda de una prosa "divertida" es deliberada, distractiva o puro ejercicio verbal?
Han tildado mi poesía de solemne alguna vez (o de cosas peores, dejame decirte). Entonces, eso de sentarte en la computadora y “desgenerizar” la prosa, no sólo me divierte sino que me deja sacar el tarado de cumpleaños que llevo adentro, ya que cara a cara, nadie se ríe de mis chistes malos (algo así le pasa a nuestro amigo Fernando).
8) ¿Creés en la palabra escrita de tus "corresponsales"? ¿O sólo disfrutás de sus visitas?
Estoy atravesando una etapa de escepticismo brutal, aunque las “mentiras piadosas” de mis corresponsales me dan un placer de excepción. Sus elogios y complicidades rayan a veces lo hiperbólico, pero lo hacen con inteligencia y conocimiento de causa.
9) ¿Las polémicas son reales o imaginarias?
En el programa de Rial te aseguro que están arregladas. Aquí yo soy un Polino a lo Zapp TV (te debo el colágeno).
10) ¿Hasta dónde estás dispuesto a exponerte?
Una vez en sexto grado (a unos años de lo de Charly García en Mendoza), me subí a un banco (en ausencia de la maestra, obvio) y me bajé los pantalones para mostrar mis nalgas. Te aseguro que a esta altura de mi vida, eso no ya lo puedo superar.
11) ¿Este blog funciona como un diario ad hoc?
¡No more picture, please!
12) ¿Has pensado en crear otro blog donde tu poesía sea la protagonista excluyente?
Completo la pregunta 7. Quebrantapájaros fue una vía de escape hacia otro lenguaje, huí de la tiranía del ensimismamiento, de los dientes apretados de los versos. Pero cuando vuelvo con el rabo entre las piernas, los huesos dejan de estar por el aire y me pongo a roerlos para sacarles lustre.
Gracias Patri, espero devolverte estas respuestas y tantas preguntas, pero con ese vino de por medio que demora en llegar y que envejece bello para nosotros. ¡Salud!